El seguimiento académico es una modalidad pedagógica que tiene como objetivo el acompañamiento a los estudiantes para garantizar el aprendizaje y que se conviertan en agentes dinámicos de cambio para su entorno. A través del seguimiento y acompañamiento no solo monitoreamos la entrega de los diferentes insumos, nos permite también propiciar comunicación oportuna con el estudiante y generar así mayor empatía.
Efectuar un seguimiento nos permite alcanzar objetivos como:
- Crear espacios de reflexión, coevaluación y mejora permanente de la práctica pedagógica.
- Supervisar el progreso de las y los estudiantes y realizar ajustes en el desarrollo del proyecto formativo.
- Lograr ritmos de trabajo adecuados a los objetivos, que faciliten la organización de las tareas en tiempo y espacio.
- Revisar estratégicamente el diseño pedagógico y las actividades realizadas.
- Modificar las estrategias de enseñanza y aprendizaje y proponer nuevas herramientas y/o recursos si fuera necesario.
- Acompañar progresos y analizar si se alcanzan las metas propuestas.
Es importante conocer que, para esta actividad, nuestra comunidad (padres de familia, estudiantes y docentes) juegan un papel importante, pues son aquellos que nos permitirán retroalimentar el proceso.